martes, 7 de noviembre de 2023

Iráizoz I vs Landa

El pasado sábado 4 noviembre se disputó un nuevo partido del Open Casino 2023, grupo Chema, entre el actual CAMPEON del torneo Eduardo Iráizoz y Patxi “Willy fog” Landa, jugador histórico de este torneo y con más horas a más 30.000 pies que Obama.

Esta afición de Landa por cambiar continuamente de país, incluso continente, al más puro estilo Roldán (el exdirector de la guardia civil, no el medieval)  ha condicionado enormemente su participación en el OTC de este año, teniendo que disputar sus 4 en encuentros en otros tantos días para partir de nuevo y evitar por enésima vez los pasos de la interpol.

Ambos jugadores estuvieron de acuerdo en disputar en encuentro a las 9am. Iráizoz porque suele caerse pronto de la cama y Landa porque sus continuos movimientos around the world le han hecho inmune al jet lag, rinde al 100% en cualquier momento y en cualquier lugar, siendo la envidia de quienes, durmiendo 8 horitas diarias, a duras penas llegamos al 50%.

El partido se decantó a favor del campeón 9-2. Edu va de menos a más en el torneo y jugó un partido sólido tratando de meter bolas sabiendo que Patxi ahora mismo no tiene la consistencia de antaño y suele cometer errores básicamente porque en el último lustro quizá tenga menos horas en pista incluso que don José María Sexmilo quien cuenta la leyenda que cinco minutos después de jubilarse todas sus raquetas fueron vistas en wallapop.

Una pena la falta de entrenamiento de Landa porque es gran jugador, de los buenos técnicamente. Su poderoso drive es sobradamente conocido pero poco se habla de su revés cortado…si algo ha hecho el que escribe en su vida es jugar a tenis  y a pocos cortados tan difíciles de devolver se ha enfrentado.

Qué decir de Patxi a estas alturas…alto, guapo, listo y con clase pero sobre todo sencillo y majo. Una suerte ser su amigo.

Y porque soy 100% hetero que si no…yo a Patxi melofo.

VIVA EL HUMOR (aunque sea malo) y SOBRE TODO VIVA EL OPEN TENIS CASINO Y POR ENDE DON FERNANDO LLARENA!!!!


Crónica escrita por Eduardo Iráizoz





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