Nos citamos el domingo por la mañana a las 11.30h para jugar el primer partido de nuestro grupo. Había mucho ambiente en el club, no sólo por el inusual buen tiempo que animaba a acercarse a pasar allí la mañana, sino sobre todo por la ilustre visita de Nico Almagro, que se disponía a impartir un clinic con los niños de la escuela.
Este año hay tres compañeros lesionados que no pueden participar en nuestro torneo y uno de los grupos, el nuestro, únicamente tiene tres participantes. Lo cual bien mirado abre una oportunidad muy buena para los tres, ya que ganando un único partido hay altas probabilidades de clasificarse para semifinales. Pero mejor pensado, en realidad da mucha pena no poder jugar más partidos, ya clásicos, con tan buenos amigos.
Cuando llegué al club ya vi a lo lejos a Fernando en animada charla con Germán y Gonzalo Jonas, sonriente y bastante poco preocupado aparentemente con su partido. No es de extrañar porque hará una década más o menos que no pierde conmigo. Y a pesar de eso, yo sigo pensando que Fernando es un rival que se me da bien, quizás porque en los inicios así fuera. Cómo es la mente. Pero lo cierto es que la distancia en juego es hoy en día sideral.
Nos acercamos a la pista 4 y tras un breve calentamiento comenzó el partido. Para mi sorpresa me encontraba competitivo y rápidamente el partido se puso empate a dos, con alternativas en el juego y tantos disputados. Enseguida entró Jaime a vernos, y al preguntar el resultado no pudo disimular su sorpresa. Sorpresa momentánea porque rápidamente el marcador marchó a un 6-2, 7-3, y al 9-3 final. También con Fernando Jr. y sus primos gemelos en la grada, prefiriendo observar orgullosos la victoria de su padre y tío, que pelotear con Almagro.
Hubo algo más de disputa que otros años, lo cual ayudó a que me fuese feliz a casa, pensando todavía que seguramente Fernando se me siga dando bien. Aunque quizás la realidad de esa mayor disputa tuviera que ver con que, charlando tras el partido, Fernando me confesase haber jugado con un nuevo dolor desconocido en el tobillo, no limitante según decía, aunque limitante seguro. Cómo será en Casino dentro de veinte años, pensé. Ojalá todos, eso lo más importante, aunque pueda que algunos más cascados que otros. Y eso mientras Jaime peloteaba con mucha habilidad con la izquierda contra la pared, mientras nos contaba con una mezcla de miedo y esperanza el tratamiento que le está haciendo el enésimo médico. Ojalá esté jugando pronto de vuelta. Año raro participando tan pocos. Ojalá todos siempre durante muchos años.
Viva el Open tenis Casino!!
Crónica escrita por Patxi Landa
Se dice que Almagro quiso jugar el prestigioso Open Casino del Reino de Navarra (versión Occidental de la Copa Six Kings Saudi), pero lo encontraron (en su propio clinic) algo bajo de forma y no ha podido pasar el corte para optar a esta edición del Casino.
ResponderEliminarSois pocos, pero selectos. Sois los Six Kings Forales 🙌