En la pista 6 jugaban Gonzalo Jönas y Fernando Llarena, o lo que es lo mismo, el segundo del grupo rojo contra el primero del grupo azul. Ambos rivales se conocen a la perfección y se han visto las caras en todos los torneos habidos y por haber...ranking, social (tanto dobles como singles), Navarro, Casino, circuito veteranos...vamos, que se conocen hasta el último detalle de cada uno de los puntos fuertes y débiles del rival.
El partido comenzó muy igualado, llevándose Fernando el primer juego y Gonzalo los dos siguientes. A continuación, Llarena conseguiría empatar el partido y comenzaría un juego clave, el quinto. Jönas al saque pretendía seguir llevando la iniciativa en el marcador y Llarena se aferraba al resto como podía. El juego se fue al deuce y tras una serie de cambios en el marcador, con ventaja a favor de Llarena, un drive del zurdo tocó en la cinta y cayó suavemente en la pista de Jönas, ante lo que nada pudo hacer el jugador bilbaíno. En esta ocasión, el azar le sonreía a Llarena y dicho golpe de suerte se convertía en break para Fernando, poniéndose 3-2 arriba.
Quedaba mucho partido por delante, pero no pregunten por qué, pero hay bolas que se convierten en decisivas sin ninguna explicación lógica, y esta creo que fue una de ellas. Gonzalo, a partir de ese momento, fue perdiendo la confianza en su juego paulatinamente, contrastando con la seguridad que fue alcanzando Fernando. Muchas veces no se sabe si lo primero provoca lo segundo o al revés, pero en esta ocasión, los golpes cruzados y paralelos de Llarena castigando el revés de Gonzalo fueron minando la moral del segundo y el marcador pasaría a un 6-2 a favor del jugador zurdo.
A partir de ahí, el partido ya estaba muy encaminado hacia los intereses de Fernando, que se sentía cada vez más cómodo sobre la pista, al contrario que Gonzalo, que se veía obligado a remar contra corriente. Finalmente el marcador terminó con un 9-3 a favor de Llarena, que le sirve para alcanzar su segunda final en el Open Tenis Casino. Por su parte, Gonzalo, se despedía del torneo tras una excepcional participación y demostrando que es uno de los pesos pesados de este torneo, tal y como le avalan sus resultados (dos semis y una final). Tarde o temprano le llegará momento, estoy seguro.
Mientras, en la pista 7, se disputaba la otra gran semifinal, entre Javier Mañeru (primero del grupo rojo) y Javier Glaría (segundo del grupo azul).
Javier Mañeru partía como
favorito ya que es un habitual de las semifinales y hasta el momento había
completado una muy buena clasificación ganando todos sus partidos, tras una excelente
preparación maratoniana. Javier Glaría se estrenaba en su primera semifinal, ya
que en anteriores ediciones nunca se había clasificado, por lo que la ilusion
por ganar le aupaba para equilibrar la balanza. En la fase de grupos, comenzó
perdiendo su primer partido contra Fernando Llarena y ganó los tres siguientes.
El partido comenzo con Javier
Glaría al servicio y con Javier Mañeru dominando los primeros tantos y el
juego. Tras unos puntos equilibrados y después de varios empates y ventajas,
Javier Glaría remontó y se anotó el primer juego a su favor: 1-0. El primer
juego fue el mas largo y disputado del partido, ambos jugadores querían empezar
ganando.
El segundo juego con Javier
Mañeru al servicio se lo adjudicó Javier Glaría, sorprendiendo a su rival y
forzandole a jugar con el marcador en contra, algo a lo que no está muy
acostumbrado: 2-0.
En el tercer juego del partido
Javier Mañeru reaccionó y acortó distancias poniendo el marcador 2-1. El
partido estaba muy igualado y disputado. Javier Glaría contaba con el apoyo de
su padre y coach, quien le transmitió sabios consejos leyendo muy bien el
partido en todo momento.
El cuarto juego fue
disputadisimo y muy importante en el devenir del partido, porque tras varias
ventajas para cada jugador, finalmente se lo adjudicó Javier Glaría: 3-1. A
partir de aquí Javier Mañeru vió que comenzaba a peligrar su pase a la final y
con el marcador en contra, apostó por tratar de ganar puntos de manera rápida y
arriesgando en sus golpes, lo que se convirtió en un arma de doble filo, porque
la tensión y los nervios propiciaban también fallos. Javier Glaría con un juego
seguro y con el marcador a su favor se aupaba hasta el 7-1.
El partido se puso muy cuesta
arriba para Mañeru, quien pese al marcador tan abultado no era merecedor de
tanta diferencia. J. Mañeru reaccionó atacando y haciendo tantos de muy bella
factura y puso el marcador en 7-2. Glaría temía la reacción de Mañeru, ya que
en cualquier momento podía comenzar a desplegar el juego que en muchas
ocasiones le ha llevado a grandes victorias. No obstante la distancia en el
marcador era demasiado grande para lograr la remontada. El marcador fue poco a
poco hasta el resutado final: 9-2.
Javier Mañeru demostró lo gran
campeón que es dentro y fuera de la pista, aceptando su derrota y felicitando a
su rival. El león ha quedado herido…nadie lo querrá como rival en la próxima
edición del Open de Tenis Casino.
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