Elizalde vs Landa

Hace falta bien poco para ilusionarse. La simple perspectiva de volver a jugar un partido de tenis. Que ilusión. La de estar en la cama imaginando el peloteo del partido del día siguiente antes de conciliar el sueño. En esos pensamientos nocturnos entran todas las bolas, y la táctica se presenta clara y cristalina en la mente. Que placer dormirse así. Y es que hace falta bien poco para ilusionarse. Y es que además este año el sorteo ha sido favorable. En mi grupo hay rivales que se me dan mejor que los que han caído en el otro grupo. Y la ilusión crece. Y empiezo a pensar en cómo hacer mejor papel. Y pienso en jugar el primer partido contra el rival más duro de mi grupo para rodarme y llegar mejor a los siguientes partidos. Pero Fernando sigue con molestias y me pide jugar más tarde. Germán si que puede, así que jugaremos el domingo por la mañana a las 11h. Tengo mucha ilusión por debutar y hacer un buen papel.

La pista está perfecta y Jaime y Fernando han venido a vernos. En el peloteo siento muchísimo descontrol de bola. Qué miedo. Eso no entraba en los planes de la noche anterior. Decido empezar el partido conservador y meter todas las bolas que pueda profundas y altas e ir cogiendo confianza en el toque. Veo a Germán sólido durante el peloteo. Está en forma. Voy a tener que sufrir mucho si quiero tener oportunidades de ganarle. De momento gana él el sorteo y me hace sacar. Le meto bolas altas y blandas y Germán decide atacar. Se le van varias bolas largas y nos ponemos 2-2. Parece que la táctica funciona. Pero no tengo sensaciones, y además estoy atrapado mentalmente con el saque. Pero bueno, empatados y vivos, de momento ni tan mal. Germán comienza a ajustar los tiros y con mucha solidez encadena cinco juegos seguidos. No le ha hecho falta hacer mucho más. Juega mucho mejor. Estoy atenazado mentalmente. La distancia entre lo que juego y lo que me creo que juego es demasiado grande, me llena de pensamientos negativos, y no me ayuda. De repente miro alrededor y pienso en que es un domingo soleado, en que estoy jugando a tenis con mi amigo Germán, y en que no tiene sentido sufrir por no alcanzar expectativas de juego sino que lo que tengo que hacer es agradecer estar en ese momento en ese lugar, y disfrutar.

Y disfruto. Soltando el brazo y pegándole a la bola. Sacando duro y disfrutando de cada punto.

8-2 8-3, 9-3.

Enhorabuena Germán. Has jugado mucho mejor.

Tengo ganas de jugar el siguiente partido. Voy a disfrutarlo de inicio a fin. Pegando duro a la bola. Y que salga el sol por Antequera.

Viva el Open Casino!!!!

Crónica escrita por Patxi Landa