Llarena ganó el sorteo, eligió sacar y ganó cómodamente el juego inagural dejando a Landa en 15. A continuación rompió por primera vez el saque de su rival para colocarse 2 a 0. Landa trató de evitar descolgarse prematuramente en el marcador, e incrementó su agresividad al resto para colocarse 15-40 con dos bolas de break, que Llarena levantó con solvencia utilizando el clásico recurso al saque abierto de zurdo. Tras una buena derecha, Landa gozó de una nueva bola de break que esta vez si pudo convertir. 2-1 para Llarena.
A partir de aquí, el plan táctico trazado por Llarena comenzó a dar sus frutos con repeticiones profundas al revés de Landa, quien a su vez no era capaz de dar profundidad y desahogar su revés, de forma que a la segunda o tercera repetición, dejaba la iniciativa del punto a Llarena quien de derecha dominó los puntos con mucha claridad. Landa jugaba tres metros por detrás de la linea de fondo sufriendo por no poder ni siquiera alargar los puntos con su defensa ni darse oportunidades de ganar puntos buscando errores de su rival. Llarena dominó con su derecha metido dentro de la pista, de modo que el marcador se fue rápidamente a 5-1.
Ambos jugadores sacaron bien durante todo el partido, con muchos primeros a porcentaje. Tras un juego donde Landa pudo romper servicio y poner el 2-5 en el marcador, Llarena, viendo que su plan de juego era eficaz, insistió y colocó con solvencia el marcador en un claro 8-2. Landa no fue capaz de dominar de derecha en ningún momento ni de tomar la iniciativa ni mover a su rival. Cuando buscó bolas blandas y cortas al revés de Llarena, se encontró de vuelta con un revés cortado muy mejorado que neutralizó esa situación.
Con 8-2, con todo ganado y todo perdido, hubo un pequeño cambio de dinámica que maquilló el resultado a 8-4, momento en el cual Llarena cerró el partido con saque y una gran derecha paralela ganadora. 9-4 final, victoria clara y merecida de Llarena.
(Crónica escrita por Patxi Landa)
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