Quiero cambiar mi apuesta
La apacible mañana del sábado 14/12 presentaba un duelo, a priori, atractivo. Pero quizá la ausencia de público en las gradas del nuevo globo presagiaba ya un discurrir muy distinto del mismo. No en vano, y pese al autoproclamado favoritismo de ambos jugadores, un tercer puesto de la torre vizcaína deshace posibles empates en la casa de apuestas del Nuevo Casino Principal.
Era el segundo partido para ambos tenistas del Grupo Rojo, tras haber evitado escribir la crónica de sus respectivos debuts. Uno de los dos pondría negro sobre blanco antes de 24 horas.
El sorteo lo ganaba el de Sarriguren y comenzaba, pese a los buenos restos del bilbaíno, muy sólido al servicio. Jönas hacía lo propio (1-1) y Mañeru volvía a mantener el servicio con comodidad. 2-1. Hasta ahí, todo normal.
Pero el 4º juego iba a definir ya lo que sería el resto del partido: rotura del servicio y dominio claro del protocampeón del torneo. 3-1.
Pese a que los siguientes cinco juegos fueron retenidos por los sacadores, Mañeru los ganaba con rapidez, sin cometer apenas errores y sorprendiendo de vez en cuando con efectivas subidas a la red. En cambio, al finalista de la pasada edición le costaba muchísimo restar, y los juegos al servicio los ganaba sufriendo en exceso. 6-3.
El último tercio fue ya un calvario para Jönas. Los errores, de todos los colores, se sucedían y Mañeru continuaba como un rodillo y muy cómodo en la pista. Dos roturas de servicio adicionales le allanaban el camino hacia el merecido triunfo final. 9-4.
Lo tengo claro, si pudiera volver atrás una semana en el tiempo (y zamparme otro solomillo de esos, por cierto), J.Mañeru sería mi apuesta. Blue chip.
(Crónica escrita por Gonzalo Jönas)
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