Viernes 13 de Noviembre, estoy trabajando en la oficina y me acuerdo que me tengo que meter al sorteo para intentar coger pista para el sabado a las 19:30. Es una misión complicada jugar a esas horas en estos tiempos en los que hay muchas restricciones a nivel de ocio y el deporte se ha convertido en una vía de escape fundamental.
A las 20h recibo un aviso , no ha tenido suerte.......era de esperar, miro otra vez al móvil a la media hora y ha corrido el turno y ahí tengo la pista 7 disponible para compartir un rato agradable de deporte con el camarada Litoslav Escriche, que alegría...
Sabado 14 Noviembre pista 7 hay bastante humedad, después de contarnos nuestro dolores pasamos a realizar un buen calentamiento para que el cuerpo empiece a engrasar.
Lito gana el Sorteo y me manda a la linea de fondo a sacar, que cabroncete pienso ,otro que sabe que mi saque tiene mucho que mejorar...
Primer juego para Lerga, y dos roturas consecutivas del servicio de Escriche le llevan a un 0-4 engañoso ya que Escriche a tenido en ambos servicios 40-15 a favor.
Los jugadores están pegando buenas derechas y Escriche sufre algo más con el revés cortado de Lerga que con el liftado.
Quinto juego del partido, Escriche empieza a jugar más agresivo y subiendo a la red, consigue romper el servicio de Lerga 1-4 pero le vuelve a perder su servicio a pesar de los buenos primeros saques que esta realizando, 1-5.
En el siguiente juego Escriche volvía a intentar meterse en el partido rompiendo nuevamente el servicio de su rival y con buenos golpes ganadores de derecha paralela 2-5.
Los siguientes juegos cayeron para el lado de Lerga pero con un juego muy valiente de Escriche con buenos servicios y subidas a la red que Lerga aguantaba y solventaba con algún globo y con un revés liftado bastante sólido.
El partido acabó con 2-9 pero el resultado es lo de menos, ambos jugadores se pegaron una buena sudada y una charla post partido disfrutando de todos los aspectos positivos que conlleva este gran deporte.
Viva el Tenis y viva el Open Tenis Casino.
Crónica escrita por Álvaro Lerga
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