Partido entre Fernando Llarena y Miguel Escriche en las pista 4 del club. Los dos jugadores eligen pista cubierta para evitar incertidumbres como la inestabilidad del tiempo, el viento, el sol, los curiosos, niños corriendo... ninguno quiere que nada altere su juego.
Aparición estelar de Javi para dar ánimos al inicio del partido. “Sobretodo, disfrutad de esta tarde”, dice apurando una cerveza bien fría.
Ya en la pista tras el calentamiento se procede al sorteo. Saca Fernando. Antes de comenzar Fernando con sus habituales rituales, saca el plátano de canarias ni muy maduro ni muy verde y le pega un mordisco a una sexta parte de su longitud, extiende la toalla en el banco y coloca el botellín de agua.
En la línea de saque Fernando suspira mirando al rival como diciendo, “bueno que comience la batalla”. Miguel por su parte, algo nervioso, lleva ganados dos de sus cuatro partidos y sabe que ganado este partido podría meterse en la semifinal. Nunca antes había estado en esta situación. Además, este año llega mal de forma física pero con buenas sensaciones tenísticas.
Comienza
el partido. Los primeros peloteos algo inseguros por parte de los dos
jugadores. Hace mucho que no se enfrentan y retomando sensaciones, qué hacer,
donde hago daño, qué hago, patatín patatán, primer juego rotura de servicio y
primer juego para Miguel.
Vamos!,
cambio de pista, Fernando mordisco al segundo sexto del plátano y trago. Ahora
saco yo y estoy sacando bien ultimamente. Pero Fernando recupera el servicio
rápido, sin tonterías. Bueno 1 a 1.
Fernando
comienza entonces a imponer su juego. Pim pam pum, drive liftado sobre el
revés de Miguel. Miguel Respondiendo como puede pero con buenas sensaciones.
Derecha, revés de aquí para allá va llegando tarde a las bolas y falla más que
Fernando que se muestra sólido pero más exigido que en otros partidos.
Resultado 4-1 para Fernando.
Al
rincón de pensar. Mirada a Fernando que ya se ha comido la mitad del plátano.
Está bien. Tiene el partido controlado. Qué hago. Subo y a tomar por el saco?.
No le hago daño con mi saque. Pero estoy con confianza y estoy jugando bien.
Voy a seguir un poco más jugando atrás, de derecha voy bien y de revés me estoy
defendiendo bien con el cortado.
Saco yo. Seguimos igual pero pruebo a hacer una dejada. Me sale un dejadón y Fernando que no se lo espera me aplaude. Comienzo a hacer bastantes dejadas y hago que Fernado esté más incómodo teniendo que moverse hacia a delante y hacia atrás. Algunas me las pilla, otras se queda en la red y me volea, otras le paso, bueno bueno, parece que esto funciona, 5-5.
Saca
Fernando, nos ponemos 15-15. El siguiente punto es crucial. Subo a la red sobre
una derecha al revés de Fernado bastante cruzada, Fernando levanta la bola que
va a llegar blanda a la red y voleo de revés para dejarla cruzada en el cudro
de saque. Tic, tocar. Fernado se ha parado en la esquina a ver como resuelvo.
15-30. Vamos, si le rompo este estoy cerca. Pero no. La bola toca la cinta como
a cámara lenta. Veo las ondas de la red como avanzan hacia los postes. Veo la
bola deformada, en la vertical de la red. La veo como baja. No entiendo. Baja
por mi lado. Buf, era tocarla. Toda la pista para mí. Por qué la quieres dejar
a medio metro de la red teniendo toda la pista?. 30-15. Fernando respira
aliviado. Conoce a Miguel. Sabe que esto habrá hecho daño en su confianza.
Fernado
ahora le ha cogido el truco a mis dejadas. Ya no me salen tan bien, y
Fernando llega cómodo. Voy a dejar de hacer dejadas. Estamos como al principio.
Pim pam pum derecha revés derecha revés, Fernando jugando con la solidez del
principio, ya no le hago tanto daño con mi saque. Subo a la red. Me coge a
medio camino casi siempre y me pasa la mayoría de veces. 9-5.
Abrazo en la red. Qué partido me he cascado. Estoy satisfecho. Qué bien juega Fernando. Qué bien me lo he pasado!! Enhorabuena Fernando.
Crónica escrita por Miguel Escriche
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